El Clan del
Golfo puede considerarse como el Grupo
Armado Organizado (GAO) de mayor envergadura a nivel nacional. Tanto por su
amplia presencia en distintas regiones del país, como por sus 2.500 integrantes
(aproximadamente), a los cuales debe además sumársele un número indeterminado
de personas vinculadas a redes de apoyo territorial, es la estructura criminal heredera del
paramilitarismo más fuerte del país.
El Clan del Golfo ha logrado consolidarse en
zonas que anteriormente disputaba con otras Estructuras Armadas Ilegales. Ha
variado su alcance territorial (alcanzando nuevas zonas) y, en algunas regiones del país, ha logrado
negociar intereses con otros actores violentos con quienes hasta hace poco
tiempo mantenía disputas.
El Clan del
Golfo combina y despliega simultáneamente cuatro estrategias de acción y
consolidación, dependiendo de las características particulares del territorio
donde se encuentre.
a) Venta de
franquicias: ha optado por vender la posibilidad de control territorial a
grupos de menor escala.
b) Confrontación armada abierta: El Clan del
Golfo recurre a la disputa armada abierta para lograr control territorial.
c) Persuasión económica: por medio de ofertas
económicas de distinta índole procuran vincular principalmente a jóvenes,
ofreciendo sueldos que varían entre el 1’200.000 y 1’800.000.
d) Violencia
selectiva: El Clan del Golfo ha recurrido a la amenaza, atentado y asesinato en
contra de líderes y lideresas sociales, candidatos políticos y funcionarios
públicos, lo cual les permite infundir terror entre pobladores y los procesos
organizativos.
Aunque el
clan del golfo últimamente ha sufrido golpes contra sus mandos también ha
sufrido una serie de disputas internas que han escalado en distintos
territorios sumado a las rupturas con antiguos socios, de las cuales la de
alias Cristian es solo la más reciente, se han dado golpes en su contra por
parte de la fuerza pública y en las
regiones donde este grupo tiene mayor presencia no faltan los conflictos con
otros actores armados.
El ELN es una guerrilla más pequeña en términos numéricos y tiene presencia en menos territorios.
luego de un proceso de fortalecimiento y expansión, el ELN de hoy cuenta con un poco más de 3.000 combatientes y tiene presencia en 136 municipios de 6 regiones
* Su capacidad bélica es mucho menor que la de las Farc. Esto se ve reflejado en que mientras las Farc realizaba aproximadamente 2300 acciones
al año, el ELN alcanzo un máximo de 400 acciones.
* Cuenta con menos recursos logísticos y financieros que le dificultan recuperarse de los golpes de la Fuerza Pública o de cualquier actor armado.
Ausencia de mandos
En el interior del ELN se presentan importantes controversias sobre las negociaciones de paz, pues algunos mandos se mostraron lejanos e incrédulos a esa iniciativa y en sus regiones de control actuaron en contra de los propósitos de los negociadores.
Actualmente quien está al mando del ELN es Antonio García, quien ha ocupado
históricamente el cargo de responsable militar y controla el tema de finanzas en el interior de la organización. García, a pesar de que
fue quien firmó la Agenda de negociaciones, además es quién aspira a que esta guerrilla tenga la capacidad de desestabilizar al Estado, aunque esto signifique decaer aún más en su prestigio político.
Así, desde que García está al mando, el ELN ha buscado demostrar con mayor ahínco su capacidad bélica; ha profundizado su vinculación al narcotráfico en todas las regiones donde esa guerrilla tiene presencia, con el objetivo de aumentar las finanzas; y ha descuidado el reglamento ético que caracterizaba a los miembros de esa guerrilla.
A pesar de las confrontaciones, la alianza estratégica que tiene con el grupo postfarc liderado por Gentil Duarte y otros mandos del extinto Bloque Oriental de las Farc ha permitido que la guerrilla siga fortaleciéndose cuantitativa y cualitativamente.
Las estructuras de Antioquia tienen un pacto de no agresión con Los Caparrapos y decidieron confrontar abiertamente al Clan del Golfo para frenar la expansión de esa organización hacia la Serranía de San Lucas. Después de eso pactaron con el Clan del Golfo un acuerdo de no agresión, lo que les ha permitido aumentar las finanzas por cuenta del narcotráfico y la minería ilegal y expandirse hacia el Valle del Cauca, a donde llegaron a controlar zona
rural.
Con la salida de Farc llegaron a controlar más territorio, incluidas las rentas ilegales que allí tienen lugar, pactando con narcotraficantes colombianos y con carteles mexicanos.

